¿Qué es una fuente de energía secundaria?
En nuestro día a día hacemos uso de recursos energéticos, como la electricidad o la gasolina, que hacen nuestra vida más sencilla. Sin embargo, estas energías no son naturales y se producen mediante procesos de elaboración complejos.
Las fuentes de energía secundaria, que también se suelen llamar útiles o finales, son aquellas que se obtienen a partir de fuentes primarias.
Las fuentes primarias son todas las que existen en la naturaleza sin la manipulación del ser humano y pueden ser el viento, el sol o el agua. Estos componentes se convierten en fuentes de energía secundaria mediante técnicas de transformación.
Sin embargo, no siempre es fácil saber cuándo una fuente de energía es primaria o secundaria y, a veces, ciertos componentes pueden ser primarios y secundarios a la vez. Este es el caso del calor en un sistema de ventilación geotérmico.
Tipos de fuentes de energía secundaria
Cuando pensamos en fuentes de energía secundaria, podemos incluir tres tipos que se utilizan en ámbitos domésticos e industriales: la electricidad, los derivados del petróleo y el hidrógeno.
Tanto la electricidad como el hidrógeno se obtienen a partir de fuentes de energía primaria como el gas natural o el petróleo. Si valoramos las dos fuentes de energía secundaria, la electricidad es la que mayor facilidad tiene para transformarse en otros tipos de energía.
Los derivados del petróleo, sin embargo, forman parte de las fuentes de energía secundaria más utilizadas en todo el mundo. Un ejemplo de derivados del petróleo es el gasoil.
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¿Por qué la electricidad es una fuente de energía secundaria?
La electricidad es una fuente de energía secundaria porque debemos convertir otros tipos de energía renovables y no renovables para disponer de ella. En este caso, tenemos que transformar energías como la nuclear, el petróleo, la energía eólica o la energía solar.
Hay otras muchas maneras de obtener la energía eléctrica de distintas fuentes de energía. De hecho, antiguamente era común usar el carbón o la madera como combustible para producir luz, si bien hoy en día se sabe que estos procesos son nocivos para la salud.